Un año más, Angelita Paniagua regresaba de la peregrinación diocesana en enfermos a Lourdes feliz, satisfecha del deber cumplido. Este cacereña de nacimiento y beasaindarra de adopción, muy popular en la villa vagonera como miembro activo de la Pastoral de la Salud, lleva más de cinco lustros acudiendo puntualmente a Lourdes a trabajar. Como dice ella, Lourdes «engancha y mucho», y quien va un año de voluntario repite los siguientes.
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