Los severos ajustes impuestos por el Banco de España a las cajas de ahorros comienzan a mostrar sus duras consecuencias en forma de dramas humanos. Un trabajador de CajaSur en Palma del Río, J.M.S., con 46 años y cuatro hijos, se pegó un tiro ayer miércoles, un día después de haber sido despedido. Relacionada:
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