Ni Torre Cajasol, porque esa caja de ahorros ya no existe; ni Torre Pelli, porque el arquitecto que la ideó, César Pelli, tampoco quiere que se use su nombre; sino Torre Sevilla, un título que supone también una manera de intentar dejar atrás las denominaciones con las que se ha construido toda la polémica en torno a este edificio de 178 metros de altura cuya paralización llegó a pedir incluso la Unesco. Pero la obra ya está acabada ...
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