Gaudí siempre sorprende, incluso con obras que llevan más de un siglo construidas, pero que, al no ser posible su visita por el gran público, han permanecido en el anonimato, como ocurre con la Casa Figueras, más conocida como Torre Bellesguard. Sin ser ni de lejos tan famosa como la Casa Batlló o la Casa Milá, esta especie de fortaleza guarda muchos secretos tanto fuera como dentro de sus murallas, y desde hace unos meses, ha abierto por fin sus puertas para que admiremos el arte y el cariño con el que fue realizada esta casa.
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