Yasmín ya sabe lo que hará cuando salga de la cárcel de mujeres Badam Bagh, en Kabul (Afganistán): “Iré a casa de mis padres, cogeré un bote de pastillas y me mataré”. Es una de las cerca de 70 reclusas condenadas en esta cárcel por los denominados “delitos morales”, que incluyen la huida del domicilio —en muchos casos, huyendo del maltrato— y el delito de zina, o sexo fuera del matrimonio.
|
etiquetas: cárceles afganas , mujeres presas , delitos morales