El horno no está para bollos a la hora de mentar las cuentas públicas y los equipos de Gobierno se devanan cada día los sesos para intentar cuadrar sus números a toda costa. Esta actividad se ha convertido en una auténtica obsesión para unos políticos que se ven obligados a rascar de cualquier sitio, aprobando unas medidas que, en ocasiones, llegan a rozar el absurdo.
|
etiquetas: crisia , ayuntamientos , alcaldes , impuestos