Hoy en día, ha dejado de merecer la pena salir a pescar en el Cantábrico. Aunque se repite continuamente, ayer, sin ir más lejos, se tiraron ocho toneladas de merluza a la basura porque no hallaron comprador en lonja. Es más barato importar pescado de otros lugares del mundo que comprar el que pescan los nuestros. ¿Deberíamos regular el mercado para evitar que nuestra pesca desaparezca o, por el contrario, permitir la libre competencia en un mercado único mundial?
|
etiquetas: pescado , cantábrico , crisis