Detrás de estas críticas [a Obama por el rol de EEUU en Libia] hay tres suposiciones básicas: la primera es que un jefe de Estado solo debe actuar cuando dispone de información completa y confiable. La segunda es que la consistencia y los criterios universalmente aplicables son posibles (y deseables) en las relaciones internacionales. Y la tercera es que los criterios morales no pueden tener mayor peso en el brutal mundo de las relaciones de poder entre países. Las tres suposiciones son erradas.
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