Por lo general, a las actrices que participan en filmes de terror tirando a cutres se les suele compadecer, cuando no despreciar directamente. Poca paga, condiciones de rodaje ínfimas, la obligación de enseñar cacha antes de que el killer de turno las haga picadillo y el sambenito derogatorio de "scream queens" ("reinas del chillido") son algunas de sus cruces. Jennifer Connelly, Eva Mendes, Holly Hunter y Rooney Mara son algunas de las estrellas que comenzaron su carrera en películas de terror de serie B (o Z).
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