Brendan S. Eden, de Ohio, puede considerarse el hombre con más suerte del planeta. Circulaba a más de 160 km/h cuando se metió en la mediana de la autopista, golpeó el guardarraíl central y salió volando hacia la columna central de un puente, contra la que el coche se rompió literalmente en tres pedazos. El conductor, a pesar de tan terrible impacto, está vivo, aunque en estado crítico.
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