Estaba yo leyendo tranquilamente sobre un tema que es de mi interés, la tortura después de la muerte, esto es, la vejación del cuerpo de los muertos, en el libro Cabezas cortadas y cadáveres ultrajados (Desperta Ferro, 2017) del catedrático de Prehistoria de la Universidad de Barcelona Francisco Gracia Alonso, y de repente apareció el tema. Un sacerdote, el ah nacom, junto a unos ayudantes, los «sostenedores« o chaacob, extraía el corazón de la víctima que había sido previamente drogada con balché, una bebida alcohólica tipo hidromiel.
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