En el quinto ataque de su tipo en dos años, una bomba magnética fue adosada a la puerta del coche de Mostafa Ahmadi-Roshan, de 32 años, durante la hora punta de la mañana en la capital iraní. Su chófer también murió. Estados Unidos ha negado su implicación en la muerte y la condenó. Israel ha declinado hacer comentarios. 'Los documentos claramente muestran que este acto terrorista fue perpetrado con la implicación directa de agentes vinculados a la CIA'.
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