Un servicio de taxis se convierte en el primer unicornio tecnológico español superando los 1.000 millones de valoración. Una tintorería con una 'app' recibe una decena de millones de inversión. Una distribuidora eléctrica se dispara en el MAB. Aparentemente, los inversores creen que están invirtiendo en empresas tecnológicas. Y no es así. No es lo mismo una empresa que usa la tecnología para un negocio que una empresa donde el negocio es la propia tecnología; en definitiva, un taxi con una 'app' sigue siendo un taxi.
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