En el paradigma digital son pocas las personas se empeñan en decidir qué guardan y qué no en sus dispositivos. Un estudio de la Universidad de Sheffield ha comprobado que eliminamos solo el 17% de las imágenes que tomamos y guardamos el 83%, nos guste o no. Por ejemplo, si hacemos 100 fotografías a nuestro perro, lo más probable es que solo eliminemos 17. ¿Qué sucederá con las 83 restantes? Vivirán en los confines de la memoria de nuestros móviles con la vaga promesa de que algún día serán depuradas. Cuando haya tiempo. ¿Por qué somos así?
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