Fue como sentarse a ver amanecer. Unos tipos con traje negro caminando hacia la cámara mientras sonaba una sintonía que caía como una sábana de seda sobre la imagen. Un atraco frustrado. Pocos tiros, pero bien repartidos… ¡como debe ser! Gente apuntándose con pistolas. Un individuo que ata a otro a una silla, le echa gasolina por encima y le corta una oreja. Un título que apestaba a clásico en ciernes: Reservoir Dogs. Aquello era como la Caja Roja de Nestlé: un compendio de cosas molonas puestas juntas, sólo que no eran de chocolate, sino...
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