El reconocimiento realizado por el consejero delegado de EADS, Louis Gallois, el pasado jueves de que el fabricante aeronáutico ha decidido paralizar la fabricación del Talarión, avión espía no tripulado, pone fin y frustra un sueño europeo. La difícil situación económica de los ministerios de Defensa de los países europeos interesados en contar con un aparato de esta índole, que ha motivado el recorte de los presupuestos militares, es una de las razones aducidas para que el proyecto de un Unmanned Aerial Vehicles (UAV) no prospere.
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