"Si las televisiones autonómicas están para en el escaparate de las fiestas y tradiciones regionales varías o en los habituales recorridos por las inclemencias meteorológicas de aquí y de allá, mejor que no existan. Para ser más exactos, acabarán no existiendo. Aunque solo sea por la cantidad de necesidades sociales básicas que están quedando a la intemperie por culpa de la falta de financiación pública, si las teles autonómicas se entienden para ofrecer imágenes de jaranas, procesiones, nevadas o inundaciones, nos podríamos ahorrar el dinero"
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