Fueron necesarios tres agentes de la Guardia Civil para cogerlo e izarlo cuando se dejaba caer sobre el vestíbulo del edificio. A esas dos personas les había unido una relación sentimental. De hecho, el hombre acudió a La Manga para contactar con su expareja. No logró lo que quería y decidió aumentar la apuesta con mensajes en los que incluyó la amenaza de tirase por un balcón y que a punto estuvo de cumplir.
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