El desafío ya se ha lanzado: la organización JREF (James Randi Educational Foundation) pagará 1 millón de dólares a quien pueda demostrar que un cable de sonido que cuesta 7250 dólares suena mejor que un cable de audio convencional que cuesta 100 veces menos. ¿Marcan realmente la diferencia los cables, o la industria se aprovecha de los usuarios? El fabricante de este cable - Pear Cable - afirma que este cable proporciona la máxima calidad de sonido, pero James Randi afirma lo contrario.
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