Ninguna persona en el mundo nació para tener un bebé de por vida, y eso es lo que nos pasa a los papás que tenemos un chico con autismo: tenemos un bebé de por vida al que tenemos que limpiarle el culo, hacerle la comida, cepillarle los dientes… Es el estrés que te genera tener un bebé, multiplicado por la cantidad de años que viva ese bebé. Me preocupa más dejarlo solo o dejárselo al hermano. Me parte el dolor, quiero que sea lo último que pase, pero en el fondo me alivia pensar en que él se muera antes que yo.
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