En Suecia también creen que Hacienda somos todos, y no quieren que se escapen ni las que viven de posar desnudas ante la webcam. Por eso están estudiando la forma de gravar a las strippers. Las autoridades suecas esperan conseguir la nada despreciable cifra de 3,67 millones de euros al año. Pero las fronteras de internet son difusas y es difícil saber cuántas trabajan desde Suecia, por lo que la Hacienda sueca ha encargado a un grupo de inspectores que rastreen la red en busca de mujeres que se desnuden desde el país.
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