Pese a la expresión “sudar como un cerdo“, se ha demostrado recientemente que los cerdos no sudan. A diferencia con el ganado vacuno, las cabras y las ovejas, el cerdo tiene un sistema ineficaz para regular su temperatura corporal. El cerdo se ve obligado a humedecer su piel en el exterior para compensar la falta de pelo protector y su incapacidad para sudar. Prefiere revolcarse en lodo limpio y fresco, sin embargo debe cubrir su piel con su propia orina y heces si no dispone de otro medio.
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