Según Cinco Dias "Hacienda recauda más por no deflactar la tarifa desde 2008 que por subir el IRPF". El IRPF no se ha actualizado en función de la inflación desde 2008, lo que implica un notable incremento fiscal encubierto que supera el aumento tributario aprobado por el Gobierno. Un contribuyente con un salario bruto de 30.000 euros pagará 5.428 euros por el IRPF en el ejercicio 2013, una cifra que bajaría hasta los 5.058 euros si la tarifa del impuesto se hubiera ajustado al IPC.
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