En Miraflores de la Sierra se construían chalés con piscinas en forma de riñón. Los jardineros se ocupaban de los matorrales y los bonitos geranios que florecían entonces. Hablamos de los años cincuenta. La gente del pueblo de al lado, Chozas de la Sierra, observaba asombrada cómo sus vecinos iban sumando habitantes mientras ellos seguían siendo los mismos de toda la vida. ¿Por qué los señoritos de la capital elegían Miraflores como segunda residencia? ¿No sería por su nombre?
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