Por increíble que parezca, en pleno siglo XXI la soltería lejos de percibirse como una elección se concibe como una enfermedad de la que hay que curarse a toda costa. No tener pareja te resta valor ante los ojos de muchos y te da pase directo para ser miembro honorario del club de los “raros” o de los losers. [...]Estar en eterna búsqueda y ver la soltería como una maldición niega la posibilidad de tener una relación sana con uno mismo, y nos condena a vivir por siempre en un estado de carencia. Vivir así sí que es de losers
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