Desde el 17 de septiembre, todas las bicicletas en Barcelona deben llevar luces de noche, una blanca delante y una roja detrás. Lo dicta la nueva ordenanza de circulación del ayuntamiento. Pero son las propias bicicletas municipales las que más incumplen esa norma. Pese a que no tienen ni medio año de antigüedad, las luces del Bicing casi nunca funcionan, con lo que no solo se comete una infracción, sino que origina una situación de peligro para los usuarios, apenas visibles en las calles peor iluminadas.
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