El sol como fuente de divisas reconvertido en bonos turísticos para maquillar la salvaje desigualdad del balance comercial con Alemania (12.000 millones de euros a favor de los germánicos), también pasará a formar parte de su industria exportadora que como un rodillo nos pasará factura. Y no con turismo, la bofetada nos llegará esta vez en forma de energía que necesitaremos importar de Alemania para seguir manteniendo nuestro cada día más bajo nivel de vida ¿Cómo es posible que hasta Alemania nos distraiga el sol y encima nos haga pagar por el?
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