El Éxodo no sucedió. Es una invención de los redactores del Antiguo Testamento que responde a la necesidad de dotar de un pasado glorioso a los israelitas. No hay constancia histórica de la existencia de Moisés, como tampoco la hay de las de Abraham, Isaac, Jacob y otros personajes bíblicos. Los encuentros de Moisés con Yahvé en lo alto del monte Sinaí, donde recibe los Diez Mandamientos, la caída de los muros de Jericó a los sones de trompetas y el Arca de la Alianza forman parte de una exposición novelada.
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