“Llama a la Policía y verás que no te hacen caso. Recuerda, yo soy español y tú eres una negra inmigrante”. La frase llegó al teléfono de Araceli –nombre falso– cuando llevaba una hora escondida en el baño. El autor del mensaje es Vicente, un hombre que hacía dos semanas le había ofrecido trabajo como interna en su casa y que, desde entonces, abusaba sexualmente de ella aprovechando su situación más que precaria: sin dinero y recién llegada de su país. La Justicia, según ha sabido elDiario, acaba de condenarlo a siete años y un mes de cárcel.
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