Julie Hardwick, tiene estudios sobre el comportamiento de la juventud hace tres siglos y encontró conductas curiosas. Por ejemplo, era normal que existiera la amistad entre jóvenes, que socializasen, sin necesidad de que tuviera que celebrarse un matrimonio. Chavales de diferentes sexos podían pasear juntos, besarse y abrazarse, incluso «acariciarse de rodillas», que era el eufemismo al uso en Lyon para referirse al sexo oral, pero todo desde la más sana amistad. El coito no entraba en esa ecuación
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