El sexo puede ser la solución. Codorniu lo emplea en los viñedos de su filial Bodegas Bilbaínas, en Haro (La Rioja). La empresa tiene dispersas por las 250 hectáres de vid en la localidad riojana cientos de barritas que desprenden feromonas que emulan la presencia de Lobesia Botrana o polilla del racimo que atraen a miles de machos que, ante la posibilidad de encuentros sexuales ilimitados, enloquecen y acaban muriendo.
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