Uno a uno hemos sometido todos los interiores a un tórrido recorrido: En los asientos delanteros comprobamos si las rodillas se clavaban en la consola, si la palanca de cambios representaba un peligro o si la reclinación de los asientos era la deseada entre otras cosas. Detrás valoramos el espacio para poder moverse con libertad, adoptar diferentes posturas y lograr la experiencia sexual más satisfactoria.
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