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Ser mujer en el Renacimiento: la obligación de estar bella para sobrevivir

La tesis de Jill Burke, catedrática de Culturas Visuales y Materiales del Renacimiento en la Universidad de Edimburgo, apunta a otra cosa: las mujeres del Renacimiento estaban preocupadas por su imagen porque no les quedaba otra. De su buen aspecto, de resaltar y demostrar su belleza, dependían cosas tan importantes como un buen matrimonio que les diera protección social y económica.

| etiquetas: mujeres , cultura , renacimiento , imagen
De todos es conocido que en el renacimiento hubo muerte del 50% de las mujeres, por ser feas. :troll:
#3 es que son la leche, yo no sé cómo hay gente que pueda creerse esas mierdas sin un poco de pensamiento crítico...
#3 : las mujeres del Renacimiento estaban preocupadas por su imagen porque no les quedaba otra. De su buen aspecto, de resaltar y demostrar su belleza, dependían cosas tan importantes como un buen matrimonio que les diera protección social y económica.
Eso es lo que dice el texto, pero tú has preferido manipularlo para demostrarle a una catedrática de Culturas Visuales y Materiales del Renacimiento en la Universidad de Edimburgo que sabes más.
Más descojonante es que encima el de abajo…   » ver todo el comentario
#5 Y te lo ilustran así. :troll:  media
#5 sisisisis...
Ya sabemos cómo son estas feministas, catalanes y demás mierdas, reescribiendo la historia... Que vamos, que en la edad media no hubo jamás mujer que cogiera la azada...
En serio, estáis fatal y encima os lo creeis
La historia según wokes!!!
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Antes muerta que sencilla.
#1 "No sé por qué lo dices" señala Isabel de Requesens  media
En realidad lo que cuenta son las cuitas de parte de la población más privilegiada para mantener o aumentar sus privilegios.

De aquellas, la inmensa parte de la peña estaba en la puta mierda y sus preocupaciones eran sacar una cosecha de mierda, criar un ganado miserable o dejarse la salud en cualquier actividad que diese de comer.

La dura vida de las damas de la corte para seguir estando estupendas y que las mantuviese un bien partido me mueve poca empatía.

menéame