Yo era muy feliz con mi vida normal, con mis cosas de siempre, acostumbrado a una rutina de vida que me encantaba, y pidiendo Pizza Hut de vez en cuando, adoraba Pizza Hut. Es más, era como una especie de religión para mi, las pizzas de ahí eran tan buenas que deberían ser ilegales, estaban jodidamente ricas, dios mío de mi alma. Pero antes de que pudiera probar su pizza con hamburguesa... veo que en MI calle están quitando el Pizza Hut. Mi calle, que siempre se había regido por ser "la calle del Pizza Hut" estaba perdiendo su identidad.
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