En cambio, para los familiares de Igor Portu: “Entró al coche como un ángel, sin oponer ningún tipo de resistencia (...) La versión oficial no se la creerán ni en la hora de la muerte ante Dios, algún remordimiento tendrán”. Y digo yo que, aunque nunca estaré de acuerdo con la violencia, los etarras deben asumir que ese es un riesgo de su "profesión". Un albañil puede caer de un andamio, un etarra... que lo pille la Guardia Civil y lo canee. Poner bombas y disparar fríamente en la nuca de personas inocentes, no siempre sale gratis.
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