Pese a la atención que le han valido las leyendas templarias, el valor de Santa María de Eunate, más que folclórico, es artístico. Su planta es octogonal, algo extraño pero que puede verse en otros lugares como Torres del Río. Prescindiendo de la forma de cruz habitual, griega o latina, centra el espacio de forma radial. Refuerza el efecto la galería con 33 arcos que la rodea, que emula a en paralelo el octógono del templo. De ahí viene su nombre, «cien puertas» en euskera. Los capiteles de las columnas varían entre motivos vegetales, zoomorfos
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