Si todo fuera cuestión de dinero, nadie tosería a los estadounidenses. Ellos deberían ser los más sanos, los más longevos, los menos obesos. Los 8.233 dólares (6.195 euros) que, según la OCDE, gastó por persona en salud en 2010 son casi el triple que los 2.300 euros de España, o un 53% más que la inversión de Noruega, la segunda en la lista. Estados Unidos, gastando un 17,6% del PIB en sanidad, es un buen ejemplo de cómo siendo el país que más gasta del mundo tienen peores indicadores en salud en algunos casos que México gastando 6,2% del PIB.
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