"A Antonia Mouro le dio un vuelco el corazón cuando la semana pasada recogió el correo de su buzón. Entre facturas y folletos publicitarios había una carta dirigida a su hijo, Agustín Velasco, muerto hace 29 años. "Tenemos el gusto de comunicarle...", así empezaba la misiva en la que se le citaba para el día 27 de junio a una consulta de neurología en el centro Villaverde-Cruce. Ésta no es la primera vez que un error burocrático le da un disgusto a la familia de Agustín Velasco: También lo llamaron a filas."
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