Científicos de la Universidad de Essex han patentado una modificación de la hemoglobina para crear sangre artificial. Esta molécula puede resultar tóxica cuando se separa de los glóbulos rojos, ya que «produce radicales libres que pueden dañar el corazón y los riñones». Gracias a la modificación de la hemoglobina «que nadie ha conseguido hasta ahora» se podría desarrollar una sangre almacenable sin grupo sanguíneo. En español:
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