Nuestro héroe de hoy se llamaba Frederick William Sanderson. No es famoso, no fue un científico excepcional y dicen que era mal orador. No fue más que un director de escuela. Pero tenía una cosa que lo hacía especial por encima de todo: un apasionado deseo por dar a los jóvenes libertad plena para desarrollarse. Quería que realmente aprendieran.
|
etiquetas: frederick william sanderson de oundle , director de escuela