“La producción no se parará del todo. El problema es que hemos entrado en una regresión, la producción no se basará en tecnología moderna, sino anticuada. Será un proceso de desindustrialización porque por culpa de las sanciones habrá restricciones tecnológicas”, advierte Portanski, quien recalca que esto “aumentará el desempleo, mientras que la calidad de la producción será peor”. “Esto será un proceso continuo, no inmediato, un camino a largo plazo”, agrega el profesor.
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