Dejar morir a un perro de inanición algunos lo consideran arte. Y es que el artista Guillermo Vargas dejó a un perro callejero morirse de sed y hambre, antes los ojos de los espectadores que asistieron a la galería (galería en la que estaba atado el animal) durante dos meses. Ahora, lo quiere repetir en la bienal de 2008. ¿Es esto arte?
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