El Plan de nevadas del Gobierno prevé arrojar este invierno 16.5 24 toneladas de sal sobre el viario público, eso sin contar la que echan los Ayuntamientos. Y el problema viene cuando llega el deshielo porque el agua se mezcla con la sal y se filtra por las alcantarillas, llega a los acuíferos, bosques y por supuesto a los ríos y cambia la densidad y composición del agua matando a muchas especies de peces y anfibios, como el salmón, la trucha, los cormoranes, las ranas o los sapos.
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