Cuando terminan el curso de formación, muchos de los tripulantes empiezan a trabajar sin visado y sin estar dados de alta en la seguridad social. Los sindicatos denuncian la precariedad laboral de la aerolínea: para cobrar el salario mínimo, los nuevos TCP tienen que volar casi el máximo de horas permitidas por ley. Pedro (nombre ficticio) tiene 18 años, vive con sus padres en Alicante y quiere trabajar como azafato en una compañía aérea. Su interés por formarse en el oficio le llevó a matricularse en un centro privado en el que obtuvo un títul
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