La exposición a ruidos de alta intensidad, aunque no sean suficientes como para causar lesiones en el oído, afectan a los procesos de memoria y aprendizaje, según revela un estudio publicado en la revista Brain Research. Los investigadores, del Centro de Estudios Farmacológicos y Botánicos (Buenos Aires, Argentina), trabajaron con ratas de entre 15 y 30 días de edad, lo que equivale a edades comprendidas entre los 6 años y la adolescencia de un ser humano.
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