El desánimo es total entre los agricultores. "Para llevarse unos pocos cientos de euros en cobre nos han destrozado todas las instalaciones. Han forzado las puertas, arrancado mangueras, reventado cuadros eléctricos, contadores, diferenciales. Una verdadera desgracia", que según Urbina puede estar valorada en unos dos millones de euros. El saqueo se produjo entre el 31 de diciembre y el 2 de enero en los pozos de la sierra de Crevillent, cerca de Elche.
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