Lo primero que le dijo su madre cuando fue a ver las dependencias en las que iba a trabajar en el Palacio de Cibeles fue: “¡Pero hija! ¡Este despacho es más grande que tu piso de Ópera”. Rita Maestre lleva solo dos días en esa habitación y aún no ha superado el shock del protocolo institucional: “Manuela está más acostumbrada porque tiene experiencia administrativa previa, pero de primeras, a mí me alucina que los oficiales se me cuadren. Luego me acostumbraré... o les pediré que dejen de hacerlo directamente”.
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