Ricardo Riccó, corredor italiano acusado de dopaje durante el recién acabado Tour, ha confesado hoy ante la fiscalía del Coni que tomó EPO "porque después del Giro estaba cansado física y psicológicamente". El ciclista asegura que no pide clemencia y califica el hecho como "un error de juventud". No obstante, afirma que durante la ronda italiana "estaba totalmente limpio".
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