La oposición ha convocado manifestaciones, al igual que han sucedido en Túnez y Egipto, para el próximo lunes. En un último intento de frenar el descontento social en su país el Rey de Bahréin, Hamad bin Isa al Jalifa, ha decidido dar 1.000 dinares (casi 2.000 €) a cada familia para que no acuda a las manifestaciones previstas para la próxima semana. La mayoría de analistas políticos no creen que exista un riesgo inmediato de revueltas sociales en Bahréin aunque este país está considerado como uno de los más vulnerables del Golfo Pérsico.
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