La empresa alicantina Monchichi S.L. se ha visto obligada a retirar un modelo de muñeca hinchable que, en opinión de numerosos clientes, lanza miradas de desprecio según cómo incide la luz en su rostro. Alberto Vallespí, responsable de la compañía, admite que “quisimos que tuviera más expresividad porque sabemos que los usuarios se han cansado del modelo de mujer que dice que sí a todo con una sonrisa. La cara de este modelo tiene más matices, más humanidad, pero admitimos el fallo. Es obvio que las mujeres son complicadas.
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